El Partido Comunista de México se esfuerza por que su instinto, sus reflejos, su capacidad de intervenir, su audacia estén a la altura, y porque el enfoque clasista de las cuestiones candentes dinamicen la lucha.

El Centro de Cultura y Documentación Popular de Italia Resistenze.org realizó una entrevista al Primer Secretario del Partido Comunista de México, el compañero Pavel Blanco Cabrera quien responde a preguntas sobre la reciente dinámica del PCM, su perspectiva sobre la lucha de clases en México y en América Latina, la posición del Partido respecto a las tesis de la liberación nacional por el colonialismo yanqui, el medio ambiente, la juventud, entre otros que reproducimos aquí.


¿Cuál ha sido, en síntesis, la reciente dinámica política del Partido Comunista de Mexico?

El Partido Comunista de México fue organizado en 1994 con el nombre de Partido de los Comunistas Mexicanos, un proceso abierto que intentaba ser una respuesta a la crisis del capitalismo, a la contrarrevolución que afecto al campo socialista, y a la crisis de la ideología de la Revolución Mexicana. Estamos hablando de que en 1994 se han cumplido ya 13 años sin partido marxista-leninista, pues el primer PCM se disolvió en 1981 bajo la presión de las ideas eurocomunistas para construir una formación amplia de la izquierda.

Nosotros también incurrimos después del 94 en el error de pensar que la premisa para la construcción del partido de la clase obrera pasaba por la unidad de la dispersa izquierda socialista y en ello nos empeñamos y perdimos mucho tiempo.

En 2003 confluimos en un intento de unidad orgánica con el Partido de la Revolución Socialista, el cual fracaso en 2009. Se abrió entonces la necesidad de superar esa crisis no solo orgánicamente sino sobre todo ideológicamente e inicio un periodo de reflexión lo que nos llevo a la conclusión de definir claramente la identidad del partido comunista, sus tesis, un nuevo Programa y la convicción de que el partido solo puede fundarse en la plena unidad ideológica, organizativa y de acción.

Lo más importante fue superar la idea de que la economía en México era dependiente y subordinada a los EEUU, porque de ahí devenía la posición programática de colocar en primer lugar la lucha por la independencia y la alianza con todos los interesados en ella, incluso franjas de la burguesía. Esa posición se tenía desde los años 40 cuando bajo las ideas del browderismo el PCM adopto la “unidad nacional”.

Con la ciencia marxista-leninista, si se estudia el capitalismo en México se encontrara que está en pleno desarrollo y que ocupa un lugar intermedio en el sistema imperialista, que están maduras las condiciones para el socialismo y que no nos corresponde a los comunistas levantar etapas intermedias. Estudiando a los monopolios mexicanos encontramos que están a la par que los de otro origen, digamos el norteamericano, que están exportando capitales, y oprimiendo a trabajadores de otros países, en América Latina e inclusive en los EEUU, como hace el Grupo México, monopolio de la minería, o Slim, o CEMEX, por citar solo algunos.

Por ello nuestro nuevo programa sitúa la necesidad del frente anticapitalista, antiimperialista y antimonopolista, así como el objetivo del socialismo, pues existen las condiciones ya.

El IV Congreso también adopto las Tesis del Socialismo (Resolución Política del XVIII Congreso del KKE). Es importante decir algo, nosotros somos internacionalistas, no tenemos complejos, si un partido hermano hace un aporte científico, si expresa ideas universales no tenemos que regatear que ese conocimiento es exclusivo, pues pasa a ser un aporte para la lucha de clases mundial.

Pues bien nos hemos identificado a plenitud. Se trata de una respuesta con base en la teoría comunista, una respuesta que es hoy tan necesaria como hace 20 años, e inclusive más necesaria hoy. Con ella termina el periodo de confusiones y de explicaciones que solo abordaban una u otra arista. Es cierto Gorbachov, Yeltsin y otros son traidores, más la explicación de la traición es insuficiente.

Aquí tenemos cuestiones de la teoría revolucionaria en primer plano, así como de la experiencia de la construcción socialista en el siglo XX, del poder soviético, que fue un poder real de los trabajadores.

Es muy importante lo relativo a la transición. El socialismo-comunismo como un solo modo de producción, el primero como su forma inmadura, incompleta, y no como formaciones separadas.

La relación entre economía y política indisociables; el tema de debate colocado en los años 50 en la URSS sobre las relaciones mercantiles y su incompatibilidad con la construcción socialista. En fin varios temas que nos han proporcionado un arsenal en la lucha de clases concreta para conectar la confrontación capital/trabajo en el plano cotidiano con el objetivo socialista-comunista. Y también para estudiar otras experiencias de la construcción socialista; la conclusión para nosotros es obvia: son incompatibles relaciones mercantiles con la construcción socialista.

Otra decisión importante del IV Congreso fue adoptar el nombre con el que se formo la Sección Mexicana de la Internacional Comunista: Partido Comunista de México, como decimos en la Resolución, no es solo homenaje, sino aspiración futura.

Hoy el PCM sobre todo busca enraizarse en la clase obrera. Estamos impulsando una coordinadora sindical unitaria de México, que agrupe a sindicatos, corrientes sindicales, trabajadores en lo individual, que promueva la afiliación sindical y nuevos sindicatos, ramas sindicales, pero que parta de la organización con base en centros de trabajo; que sea clasista, un sindicalismo rojo en conclusiones; estamos muy animados con los resultados del XVI Congreso de la FSM, ese es el camino.

Estamos participando también del esfuerzo de la Revista Comunista Internacional; hacemos prioridad en el trabajo internacional por relaciones con base ideológica común, sin dejar de participar del Encuentro de Partidos Comunistas y Obreros que año con año se efectúa.

¿Cuál son, hoy, las fuerzas organizadas que luchan contra el capitalismo en México?
¿Y cuál las diferencias ideológicas entre ellas?

Hay una gran dispersión, pero se agrupan en dos escenarios. Los que piensan que solo hay que alterar el neoliberalismo, que ven la lucha más profunda como algo distante, se expresan en varios frentes, pero sobre todo se adhieren al movimiento de López Obrador, un expriista, que gobernó la Ciudad de México como cualquier otro neoliberal y que propone una plataforma engañosa, de medidas que ni siquiera pueden ser calificadas de reformas, una especie de vuelta al welfare state, retomándolo como forma de gestión que permita al capital salir de la crisis. El discurso de Obrador se basa en que hay buenos capitalistas y unos muy malos que todo se embolsan; un verdadero engaño.

Con la propuesta del EZLN en 2005 de la VI Declaración de la Selva Lacandona se visibilizo un movimiento anticapitalista de masas, muy diverso en cuanto a formas organizativas y objetivos, consciente de que el modo de producción capitalista es el responsable del desastre social.

Claro que esto atraviesa el campo mismo de los partidarios del socialismo. Hay según un reporte periodístico casi 40 agrupamientos que reivindican la lucha por el socialismo, pero no reivindican el partido de la clase obrera como fuerza de vanguardia que este en el centro de tal objetivo.

Más para nosotros el problema está en que todos van a los llamados “sujetos emergentes”, que si los colonos, que si los estudiantes, que si el medio ambiente, pero todo el mundo omite actuar entre la clase obrera, nosotros queremos sumergirnos en ella, “volver al proletariado”.

Otro problema es la insuficiencia teórica, hay mucho pragmatismo y hasta hay quien se vanagloria. Hay que ser firmes en que “sin teoría revolucionaria no hay movimiento revolucionario”. A medida que el PCM se fortalezca veremos cómo eso queda atrás.

El departamento de Estado de Estados Unidos en el 2009 trabajo’ intensamente para manipular la juventud mexicana en el segundo Foro de la Alianza de los Movimientos de la Juventud, lo mismo está haciendo en Venezuela con el grupo de la Juventud Activa por la Venezuela Unida, grupo explícitamente relacionado con OTPOR. ¿Cuáles son las relaciones del Partido Comunista de Mexico con la juventud y los movimientos estudiantiles mexicanos?

Hay muchos jóvenes en el partido; después de la crisis interna los estamos organizando en la Liga de la Juventud Comunista, con implantación en las universidades y en la juventud trabajadora; queremos que nuestros jóvenes comunistas se vinculen con procesos vivos, inclusive que los gesten, un movimiento juvenil y estudiantil reales, no solo grupos de facebook, redes virtuales, eso es pura simulación.

Prestamos gran atención a su formación política e ideológica, a su conocimiento profundo del marxismo-leninismo; vemos a nuestra juventud como la cantera de cuadros del partido, su reserva.

En 1999 apoyamos al CGH, hoy varios de sus cuadros están, inclusive en la dirección del PCM. 1968, 1971, 1999, son años emblemáticos de la irrupción de movimientos estudiantiles que nos muestran que el estudiante es capaz de formar una fuerza combativa y que tenemos que buscar su convergencia con el movimiento de la clase obrera.

En nuestra juventud hay gran respeto por Arturo Gámiz, un joven comunista que hace con sus compañeros en los años 60 una reflexión teórica profunda sobre la revolución socialista frente a la ideología burguesa de la revolución mexicana y pasa a la acción iniciando la lucha armada por el socialismo el 23 de septiembre de 1965. También por Lucio Cabañas, otro joven comunista que hace lo mismo en la sierra de Guerrero.

El porcentaje mayor de los habitantes de México es joven, por supuesto también de la clase obrera.

Tenemos la necesidad de una fuerte Liga de la Juventud Comunista y estamos trabajando en ello.

En los países donde los partidos comunistas no han tomado el rumbo hacia el revisionismo se fortalecen ¿En México, esta dinámica, está también presente?

Es una ecuación correcta. Lo vemos en Grecia con el KKE, un fuerte movimiento obrero y sindical, el PAME y otras fuerzas masivas de orientación de clase. Vemos otros partidos donde predominan las ideas oportunistas, reformistas, revisionistas que empiezan haciendo concesiones ideológicas profundas para aumentar el porcentaje electoral y al final hasta eso cae.

Los partidos comunistas y obreros deben defender su identidad y ser consecuentes con ella; y decimos que es deber de todos, no solo, luchar contra el reformismo en las filas propias sino en general en el movimiento comunista internacional.

Hoy vemos como en Turquía, el TKP , en España el PCPE, en Venezuela el PCV, etc etc, hay un fortalecimiento del partido comunista, del partido revolucionario.

Otro ejemplo es México; antes de la perestroika y de la contrarrevolución fue el primer partido comunista en disolverse en 1981, lo cual está directamente relacionado con la situación de lucha de la clase obrera en México hoy: derrota tras derrota, baja tasa de sindicalización; sindicatos aggiornados al Estado, corporativizados.

Pero somos optimistas con base en esa ecuación que la pregunta plantea; un partido comunista firme en el marxismo-leninismo, trabajando en serio, anclado en la clase obrera es capaz de conducir al derrocamiento del capitalismo y a la construcción del socialismo-comunismo.

Junto a la histórica contradicción capital / trabajo en las últimas décadas se ha sumado una contradicción siempre más importante, la que aborda entre el capital y el medio ambiente.
¿Como la vive México?

El Golfo de México contaminado por la British Petroleum, los ríos del país en total contaminación por los monopolios, la destrucción de los bosques, selvas, montañas, el cambio climático; El socialismo es una urgencia para el género humano, solo así frenaremos la capacidad destructiva del capitalismo, del imperialismo.

Un problema vinculado es la privatización de los recursos naturales, sobre todo del agua, la tierra, el subsuelo, el mar.

La sed de ganancias de los monopolios, independientemente de si son mexicanos o trasnacionales depreda la naturaleza, el medio ambiente, empobrece la vida, la biodiversidad.

En el 2006 ustedes participaron a la atrevida y inédita movilización por la campaña electoral empujada por el movimiento zapatista- la otra Campaña- que tuvo la intención de ofrecer a todas las agregaciones anticapitalistas mexicanas, un programa político nuevo, a partir por la Sexta Declaración de la Selva Lacandona. ¿ Que legado dejo’ esa experiencia y cual perspectiva?

La impulsamos desde el primer momento, todavía como partido en el que convivía un proceso unitario. Nos toco vencer las resistencias internas, redactar la resolución de adhesión a La Sexta, convencer para integrar una brigada que recorriera el país acompañando al Delegado Zero. Nos sorprendió ver el entusiasmo del recorrido, la unidad que esto despertó, la profundidad del análisis, de la voz del pueblo, de las comunidades, de obreros, campesinos, indígenas, mujeres, jóvenes y la radicalidad de la propuesta; un anticapitalismo profundo centrado en arrebatar los medios de producción al puñado de capitalistas que los tienen en sus manos.

Vino la represión en San Salvador Atenco, en Oaxaca, el hostigamiento a las comunidades zapatistas y al EZLN.

El legado es claro, en este país inmenso, en todos los lugares hay resistencia; la perspectiva: sin la clase obrera como columna vertebral del proceso anticapitalista, con un programa claro por el derrocamiento y la construcción del socialismo-comunismo no será posible la emancipación.

¿Los crecientes problemas entre corrupción/ policía/ejercito y narcotráfico que perspectivas políticas le da al trabajo político del partido comunista en México?

La militarización del país deviene de la coartada de la lucha contra el narco. Se aprovecha para la formación de grupos paramilitares y parapoliciales. La preparación del ejército y la policía son para reprimir al pueblo y a las organizaciones sindicales y políticas que son insumisas.

Pero también hay un claro síntoma de descomposición del Estado capitalista. El problema es que para que la alternativa emerja el rol de la clase obrera es indispensable.

El Partido Comunista de México se esfuerza por que su instinto, sus reflejos, su capacidad de intervenir, su audacia estén a la altura, y porque el enfoque clasista de las cuestiones candentes dinamicen la lucha.

La cuestión de la liberación nacional por el colonialismo yanqui dio’ , y sigue dando , un fuerte impulso a muchos movimientos comunistas y progresistas de la América latina, para ustedes es una cuestión estratégica?

Es lo que explicábamos sobre nuestro nuevo Programa. Nos trajo luz a la discusión un artículo de Stefanos Loukas del KKE sobre la interdependencia. Esta cuestión está planteada en el Manifiesto del Partido Comunista, en El Capital, en el Desarrollo del Capitalismo en Rusia y en los Cuadernos sobre el Imperialismo, entre otros textos de Marx, Engels y Lenin.

Luchamos contra el imperialismo, y los monopolios norteamericanos son parte de él pero no solo; la presencia de monopolios europeos es cada vez mayor en América Latina, en México mismo, y también los monopolios chinos, pero no olvidemos a los mexicanos; es conveniente explicar lo de CEMEX que tenía antes presencia en Venezuela y que aposto por la desestabilización del proceso bolivariano; o Slim que con la telefonía está explotando a la clase obrera en Centro América, Brasil, y también a norteamericanos; o el Grupo Industrial Minera México que explota a peruanos, estadounidenses; Porque luego escuchamos análisis de que para enfrentarnos al imperialismo norteamericano su lugar en el mercado lo deben ocupar otros monopolios, y ahí viene en avanzada un ejército de ONG financiadas por la Unión Europea hablándonos de las bondades de la UE. Somos antiimperialistas, sin importar que nacionalidad tenga el monopolio.

EEUU es cierto tiene bases militares en toda América; acuerdos de libre comercio como el TLCAN; es dominante en los intercambios comerciales; que podemos decir en la historia y en el mundo contemporáneo su expansionismo es agresivo: no olvidamos que en 1847-1848 en una guerra injusta despojo de la mitad de su territorio en México, su apoyo a los golpes de Estado y a las dictaduras; la criminal guerra en Irak, Afganistán, Libia, las conspiraciones contra Honduras.

Pero ser antinorteamericanos sería un error; el antiimperialismo profundo es el socialismo, la expropiación de los monopolios.

La soberanía, la autodeterminación son inconcebibles sin la ruptura con las relaciones capitalistas; no son espacios intermedios.

De cual forma el Partido Comunista de Mexico piensa garantizar a su Pueblo mexicano un futuro mejor, libre, participativo y solidario con las comunidades indígenas, en el marco de una organización socialista?

Si, solo así. La burguesía se mostro contraria a los Acuerdos de San Andrés Larrainzar; Cerraron filas a través del PRI, PAN, PRD, PT, PVEM, etc. Hoy organizan grupos paramilitares contra los zapatistas en Chiapas y contra otras comunidades indígenas en Oaxaca, Guerrero, Michoacán.

La socialización de la tierra y su entrega a los campesinos indígenas; el respeto a su lengua, a sus costumbres, a su Historia.

Los pueblos indios se han levantando ocupando un lugar que nadie les puede regatear.

El Partido Comunista de Mexico como considera el proceso de integración Latinoamericana y caribeña (ALBA) y la creación del Sucre? Puede ser el proyecto de el ALBA la forma definitiva para salir de la colonización norteamericana (Alca) y finalmente intentar de concretizar los proyectos de muchos revolucionarios latinoamericanos ?

Sin embargo sigue como un acuerdo donde predominan las relaciones capitalistas. Surgió con muchas esperanzas, pero cada día se habla menos del ALBA. ¿Más que diferencia ofrece con relación digamos al Mercosur? No en el discurso sino objetivamente.

Apoyamos al proceso bolivariano de Venezuela, Ecuador y Bolivia y no somos acríticos. No nos pareció la actitud frente al periodista Joaquín Pérez Becerra, entregarlo a las garras del gobierno criminal de Colombia y otras cuestiones.

Apoyar esos procesos, su curso antiimperialista no debe llevarnos a perder la objetividad sobre la realidad, si no queremos engañarnos a nosotros mismos. Lo decimos claramente el socialismo del siglo XXI es una confusión y no lo respaldamos, apoyamos sí el movimiento real de la lucha de clases en esos países y la posibilidad de que surja el liderazgo de la clase obrera y su partido de vanguardia.

El proyecto de los revolucionarios más consecuentes de América Latina es un mundo socialista.

Muchas gracias compañero Pavel.

Tomado de: ttp://www.resistenze.org/sito/te/pe/ed/peedbe24-009019.htm