¡Los pueblos que luchan tendrán nuestro apoyo!


Elisseos VAGENAS

Miembro del CC del KKE

Responsable de la sección de relaciones internacionales del CC


Artículo publicado en el Rizospastis el 26 de Septiembre de 2010

Durante las últimas semanas, los medios burgueses, como si fueran preparados desde hace tiempo y de manera conjunta con "disciplina de hierro”, que en otros casos se burlan de ella, han decidido “arrojar luz” sobre los acontecimientos en Cuba.

Al principio se publicó una declaración del líder cubano, Fidel Castro, de una entrevista a una revista estadounidense en la que falsamente le presentaban apoyar la posición que “el modelo económico comunista de Cuba ya no funciona”. Pocas horas después, el propio Fidel desmintió esta declaración subrayando que los periodistas estadounidenses malinterpretaron lo que dijo y que él quería decir todo lo contrario.

Por supuesto, el desmentido de Fidel no tuvo la misma proyección como la “noticia” inicial demostrando una vez más que el periodismo burgués genera el goebbelismo.

La segunda vez los medios se enfocaron en los cambios que lleva a cabo Cuba en el sector económico, reduciendo los funcionarios públicos y ofreciendo incentivos materiales a todos los que quieren arrendar y cultivar tierra o abrir pequeñas empresas en el sector de los servicios.

Qué ocultaron:

Veamos algunas cosas que ocultaron cuidadosamente los medios burgueses de sus lectores:

  • Ocultaron que desde hace décadas Cuba se enfrenta al cerco imperialista, un régimen de “asfixia” económica que han impuesto los EE.UU. arbitrariamente. El daño desde 1959 hasta hoy en día se estima a 751,3 mil millones de dólares. Es una cantidad enorme para un país del tamaño y de la capacidad de producción de Cuba.
  • Ocultaron que durante los últimos 50 años después de la Revolución los EE.UU. han organizado más de 700 actos de agresión contra Cuba con 3.500 cubanos muertos y 2.100 cubanos heridos, justo por que el pueblo cubano eligió la vía de desarrollo socialista contra la ganancia capitalista.
  • Ocultaron que la UE utilizando el método del “palo” y la “zanahoria” participa en la campaña contra Cuba con el fin de derrocar el poder obrero-popular.
  • Ocultaron que el 12 de septiembre se cumplen 12 años de encarcelamiento injusto de los cinco patriotas cubanos en los EE.UU por haber penetrado en grupos contrarrevolucionarios contra Cuba en Miami y han revelado innumerables planes de ataques contra Cuba.
  • Ocultaron que a pesar de las dificultades económicas, Cuba sigue teniendo importantes logros en el sector de la Salud, de la Educación, de la Cultura y de los Deportes, sobre todo en comparación con los demás países de América Latina, e incluso en ciertos casos con los países capitalistas más desarrollados. Pese a las dificultades, Cuba sigue ofreciendo servicios de Educación y de Salud gratuitos y sigue teniendo la tasa de mortalidad infantil más baja en la región.
  • Ocultaron la contribución internacionalista importante del pueblo de Cuba y del Partido Comunista de Cuba durante 50 años en la lucha contra el imperialismo. No hablamos sólo de cuando los revolucionarios cubanos tomaron las armas para defender los movimientos revolucionarios en América Latina y África. El ejemplo del pueblo que resiste y lucha contra el imperialismo, construyendo la única alternativa de desarrollo frente a la barbarie capitalista tiene un impacto enorme a todo el mundo y sobre todo en América Latina, como han demostrado los acontecimientos de los últimos años.

¿Cuál es su objetivo?

La difusión de información acerca de Cuba de parte de los medios de comunicación burgueses tiene un objetivo concreto. Quieren presentar Cuba (y consiguientemente cualquier intento de construir el socialismo) como un proceso supuestamente “antidemocrático”, que además traerá inevitablemente dificultades, problemas, pobreza, hambre y miseria. Nos quieren convencer que no existe alternativa al capitalismo y que, al final, Cuba seguirá esta vía.

No es difícil para un lector que no es sagaz a caer en la trampa y adoptar una postura fatalista hacia su vida y su futuro, aceptando pasivamente que no hay otra solución más allá de la sociedad de explotación capitalista.

¡No les hagamos el favor!

Sobre los modelos y los problemas contemporáneos de Cuba

Nos dicen que “el modelo cubano colapsó”. Anteriormente, en la década de los ´90 intentaban convencernos que “el modelo soviético colapsó”. Estas alegaciones son una maniobra. El KKE ha señalado que la cuestión no es el rechazo, la “imitación” o el “colapso” de algún modelo. El punto clave es de elegir una vía de desarrollo, o bien capitalista o socialista, así como los principios inquebrantables sobre los que se debe construir el socialismo. Estos principios una vez violados crean condiciones que pueden llevar a la “desviación” de la vía socialista de desarrollo.

La disolución de la Unión Soviética en 1991 no se debe al “colapso” del socialismo sino a su derrocamiento como resultado de una serie de factores tanto externos como internos. Los factores principales fueron los internos como por ejemplo la erosión oportunista del XX Congreso del PCUS y la política económica equivocada que se aplicó por el liderazgo de la URSS inicialmente en 1958 en el sector agrícola y luego en 1965 en la industria. Esta política se centró en restaurar en condiciones de construcción socialista la “herramienta” anticuada de la ganancia para resolver problemas existentes en aquel entonces. Esta táctica equivocada trajo, en un curso de veinte años, nuevos y graves problemas como el fortalecimiento del interés individual y grupal (en la base de las diferencias salariales entre trabajadores en cada empresa y el mecanismo de gestión, entre diferentes empresas) a expensas del interés social. Estas opciones, que debilitaban el carácter social de la propiedad y fortalecían el interés estrechamente individual y grupal, creaban una sensación de alienación de la propiedad social y erosionaban la conciencia. Esto resultó gradualmente a la aparición de la “economía sombra”, de la paraeconomía, a la corrupción en las filas del partido y del estado, y en fin en la aparición de fuerzas sociales que tenían interés e intención a derrocar el socialismo.

Actualmente y aunque se escala la agresión imperialista a expensas de Cuba, sigue siendo dominante el sector socializado de la economía, que es el sector básico de la economía, mientras el liderazgo del país declara que a través de los cambios que promociona pretende superar problemas concretos; no cambia el carácter de las relaciones de producción mientras su objetivo es fortalecer la Revolución Cubana, que los imperialistas la socavan de todos los modos.

Los comunistas en todo el mundo estudian detenidamente los cambios, examinan los hechos global y dialécticamente, realizan observaciones críticas en la dirección de fortalecimiento del poder obrero-popular, del socialismo, tomando en cuenta la experiencia negativa de la URSS y de la China actual, las consecuencias duras que han derivado de la restauración capitalista, del predominio de las relaciones capitalistas de producción.

Algunas causas de los problemas actuales

¿Hay problemas en Cuba? Nadie puede decir que no hay problemas en una sociedad socialista. Sin embargo, estos problemas no son los mismos con los que se enfrentan los trabajadores en el capitalismo: desempleo, precariedad, barreras clasistas y degradación de la Educación, la comercialización de la Salud, la explotación del hombre por el hombre. En el sistema socialista se garantiza el derecho al empleo, pleno y estable. La educación y la salud no se determinan por lo “cargada” que está la cartera del trabajador. Así, Cuba no tiene este tipo de problemas con los que se enfrentan los trabajadores en el capitalismo.

Además, hay que distinguir los problemas que surgen como problemas de desarrollo del socialismo, de tratamiento de nuevos asuntos y de profundización de las relaciones socialistas, de los problemas que son resultado de las condiciones en que se construye el socialismo, es decir de cerco y agresión imperialista etc.

Por ejemplo, un número de factores como la alta dependencia de la economía cubana de los precios internacionales tanto de los productos básicos exportados como de los importados (p.ej. alimentos), el alto costo de las comunicaciones marítimas como resultado del bloqueo, crean objetivamente problemas serios en la planificación central de la economía y en su aplicación.

Se sabe que en 2008 Cuba fue azotada por tres huracanes devastadores, lo que resultó en una reducción del PIB en un 20% en un año debido a los desastres. Este hecho no tiene que ver con el socialismo sino con las consecuencias que han traído los desastres naturales que se han agudizado la última década y con los cambios climáticos que se deben al desarrollo anárquico del capitalismo. No obstante, Cuba ha podido confrontar estos enormes desastres naturales, proteger a la población, mantenerse firme. (Por cierto, es inevitable la comparación en todos los niveles con la situación actual en Pakistán después del desastre natural.)

Otro elemento importante es la reducción de los ingresos procedentes del turismo aunque el número de turistas que llega a Cuba es cada vez mayor. Se debe a la crisis capitalista mundial y a la inseguridad que provoca, ya que los turistas gastan menos. Así los ingresos del turismo se han disminuido.

Además, la reducción en 2009 del precio mundial del níquel que constituye el básico mineral exportado de Cuba casi a la mitad (a un 40%) tuvo un impacto en los ingresos del estado cubano.

Es obvio que lo anteriormente mencionado ha traído graves consecuencias económicas a Cuba; sin embargo, en ningún caso no derivan de defectos “inherentes” del socialismo, como nos quieren convencer los funcionarios periodísticos del capital.

La cuestión de la autosuficiencia

En este punto, en la base del último ejemplo, podemos plantear un asunto más general: no hay que olvidar que la construcción socialista en Cuba comenzó de condiciones materiales de muy baja madurez y con alto grado de desigualdad. Durante los años de la construcción socialista, Cuba se basó en la ayuda enorme (a nivel político, militar y económico) concedida por la Unión Soviética y los demás países del Consejo de Ayuda Mutua Económica (CAME). Cuba importaba maquinaria, herramientas de producción, combustibles y proporcionaba a los demás países socialistas productos que no podían producir fácilmente como café, tabaco, azúcar.

Desgraciadamente, en el marco del CAME predominó una percepción acerca de la división socialista del trabajo que resultó a cierta parcialidad en el desarrollo de la economía y no permitió lograrse una autosuficiencia en la producción de medios de producción y de otros productos básicos. Esta percepción se basa en la idea equivocada que la construcción socialista es irreversible en los países socialistas.

Nadie sostiene que un país socialista logrará plena autosuficiencia en todo, para que no sea así necesario mantener relaciones comerciales con otros países (socialistas o capitalistas). Lo importante es como va a utilizar estas relaciones para asegurar de modo planificado y con autosuficiencia la base de la satisfacción de las necesidades del pueblo. Esto haría el régimen popular menos vulnerable en el mercado capitalista mundial. El ejemplo de Cuba nos proporciona con conclusiones útiles tanto positivos, como negativos sobre la cooperación entre países socialistas en el marco del CAME.

Si se hubiera seguido otra política que reforzaría el desarrollo autosuficiente de los países socialistas y de Cuba, hubiera estado en mejor posición en 1989-1991 cuando se completó la restauración capitalista en la URSS, e inmediatamente perdió sus fuentes de energía y sintió la falta de alimentos, se vio obligada a cerrar empresas industriales, unidades agrícolas, que requerían la utilización de última tecnología (cuando se acabaron los recambios y los combustibles). La situación fue aún peor debido a la agresión del imperialismo estadounidense que no se reconcilió ni tampoco va a conciliarse con la existencia de un país socialista en una región que considera “su barrio”. Cuba para aguantar tuvo que pasar por un “período especial” (como la caracterizaron los propios cubanos) en que se introdujo la doble moneda en un intento de aumentar el intercambio necesario del turismo, la cooperación con las economías capitalistas etc. Se trata de concesiones que hizo el poder popular conscientemente para poder aguantar en un período difícil. ¡Y lo consiguió!

¡Desmintió a los que anunciaron su muerte en ´91-´92!

Impresionó a todo el mundo con su alto nivel de Educación y Salud de que se ha aprovechado en aquel período hasta hoy día para la exportación de servicios relativos que representan el 70% de sus ingresos del extranjero.

Consiguió aumentar el porcentaje de petróleo que produce para sus necesidades del 16% al 48%, mientras prosiguió a una gran reforma energética sustituyendo los electrodomésticos de alto consumo energético, y ahorrando electricidad.

Sin embrago, todavía existen graves problemas ya que Cuba se ve obligada a importar ½ de sus necesidades de energía y el 80% de los alimentos. Todavía existen tierras baldías que no se pueden cultivar debido a la falta de máquinas y combustibles.

Problemas que creó la necesidad del “período especial”

Al mismo tiempo, la moneda doble y el turismo han agudizado el problema de la corrupción que tiene que confrontar el poder popular. Una parte de la población que tiene acceso a la doble moneda o a divisas (p.ej. oficinas de turismo, taxi, los que tienen familiares en el extranjero etc.) tiene mayor ingreso que las demás categorías de trabajadores, violando el principio socialista de distribución de bienes “a cada cual según su trabajo, mientras cada cual trabaja según sus capacidades”. Esto ocurre porque por ejemplo los que tienen transferencia de remesas desde el extranjero (un porcentaje de la población no despreciable) no trabajan o no trabajan bien y en conclusión no ofrecen a la sociedad según sus capacidades.

Al mismo tiempo, no debemos olvidar que los jóvenes cubanos que nacieron y crecieron las dos últimas décadas, experimentaron dificultades y privaciones debido al bloqueo imperialista y a la restauración del capitalismo en la URSS. A esta parte especial de la juventud se centra la máquina de propaganda imperialista que gasta decenas millones de dólares al año para convencer a los cubanos que deben derrocar su gobierno. Es cierto que el sentimiento de patriotismo que se ve muy fuerte en los cubanos va a funcionar como un “rompeolas” del esfuerzo imperialista. Precisamente en estas condiciones es aún más necesario intensificar el trabajo ideológico-político tomando en cuenta que diariamente emiten contra la Revolución 19 estaciones de televisión, de 30 frecuencias, con más de 2,000 horas de programación a la semana.

Durante el período especial, bajo la presión de sobrevivencia, empezaron a crearse varios hábitos que en seguida provocaron problemas (flojedad en la disciplina laboral, en la protección de la propiedad social), que fueron señalados por el Partido Comunista de Cuba. El Partido Comunista de Cuba, el gobierno revolucionario y la Juventud Comunista, con el fin de hacer frente a una serie de problemas, en diciembre de 1999 convocaron la “Batalla de Ideas” que impregna todos los aspectos de la vida social y apunta a la maximización de la contribución del pueblo cubano a la construcción del socialismo y a la defensa de su Revolución, enfocando especialmente a la educación de la juventud. Por supuesto, la batalla de ideas, la batalla para la conciencia es una lucha constante; nunca se puede decir que terminó, a pesar de los éxitos que se pueden lograr.

Las medidas del gobierno cubano

Para examinar los cambios en Cuba se debe tomar en cuenta que la planificación central, que es una ley básica y una ventaja de la sociedad socialista, el desarrollo planificado de los medios de producción y, especialmente, la distribución de la mano de obra es una tarea crucial, compleja, que requiere un control sistemático, confrontación de errores y faltas, acciones correctivas.

El liderazgo cubano eligió, en estas condiciones complejas, a promocionar cambios en la estructura del empleo de la obra de mano del país. En los próximos años, quiere dirigir un millón  de trabajadores del sector público que ocupan puestos de trabajo sobrantes a otros puestos de trabajo.

Los medios burgueses en nuestro país presentaron esta reducción como “despidos”. En realidad, el estado cubano hace un esfuerzo a distribuir la mano de obra a su disposición en otros sectores donde se observa escasez, como en el sector agrícola, en las construcciones y en las pequeñas empresas en el sector de servicios. Este esfuerzo se ha discutido mucho los últimos años en las reuniones en los centros de trabajo, en los sindicatos que expresaron su apoyo.

Los trabajadores van a dirigirse a tres direcciones:

a) a otros puestos en el sector público, donde se ha observado escasez de mano de obra

b) a cooperativas agrícolas

c) al sector de servicios que va a ampliarse con autónomos.

En cuanto a las pequeñas empresas, cabe señalar que en el pasado la Revolución basándose en el apoyo de los demás países socialistas, había dado un “salto”, socializando toda forma de servicios, incluso en los casos donde no había gran concentración de fuerzas productivas. Ahora se cree que esto genera dificultades al estado socialista en cuanto a la organización de los servicios cotidianos (p.ej pequeñas reparaciones, peluquerías, cafés). Pues, se dará la oportunidad a los que quieren a involucrarse en este sector concreto y emplear un pequeño número de empleados.

Al mismo tiempo, el gobierno cubano trata dirigir una parte de los trabajadores hacia el campo a la producción agrícola. Ya, en la actualidad, el gobierno trata de aumentar la producción agrícola y ha avanzado a la concesión de tierra que durante tiempo no se había cultivado a individuos, a cooperativas agrícolas y empresas públicas. Se habla de uso de la tierra (no cambio de la forma de propiedad) que se va a cultivar con “tecnología de bajo nivel” es decir con pocas máquinas y combustibles. Ya en el país hay 116.000 individuos que cultivan el 54% de la tierra que hasta ahora no se cultivaba debido a la deficiencia del estado y de las cooperativas de cultivarla. Este esfuerzo tiene como objetivo reducir la cantidad significativa de 1,4 mil millones de dólares que gasta Cuba anualmente a las importaciones de alimentos (que representan el 60% de las importaciones totales). La concesión de uso de la tierra tendrá un horizonte temporal concreto y se renovará por el estado que examinará los resultados. Parte de los productos agrícolas serán comprados por el estado mientras la otra parte será vendida por los propios agricultores en el mercado.

“Genio y figura …”

Se debe entender que la construcción del socialismo en Cuba no se realiza en condiciones de “tubo de ensayo” y que el oponente interviene y ejerce enorme presión económica, política e ideológica a la Isla de la Revolución.

A pesar de ello el Partido Comunista de Cuba y el pueblo de Cuba resisten, defienden al socialismo, confrontan problemas, retrasos a nivel de desarrollo de las fuerzas productivas, la presión ejercida por el bloqueo económico y en general la intervención imperialista multiforme.

Los trabajadores en nuestro país también no deben caer en la “trampa” que han puesto hábilmente los medios burgueses alegando que “el caso del socialismo se ha perdido incluso en Cuba que ha resistido hasta ahora”. ¡No se ha perdido nada! Todo es cuestión de orientación y de correlación de fuerzas. A la medida que depende de nosotros, debemos apoyar a los comunistas y al pueblo de Cuba que luchan para consolidar su sistema socialista.

Tampoco se debe dominar la imagen que ha fabricado el enemigo, es decir que el pueblo de Cuba está insatisfecho porque tiene bajos ingresos, bajos salarios. Los que hacen ese tipo de observaciones “olvidan” deliberadamente que solamente una parte del producto social se distribuye a través del salario, mientras otra parte importante se distribuye gratuitamente o a precios muy bajos. En la práctica esto significa que los trabajadores no tienen que pagar nada para la salud de ellos mismos y de sus familias, ni para la Educación, la Cultura, los Deportes, la protección de la maternidad etc, a diferencia de lo que sucede en nuestro país y en todo el mundo capitalista.

Incluso hoy, a pesar de las dificultades mencionadas, Cuba no ha renunciado a estos logros fundamentales e insustituibles para los trabajadores.

Los enemigos del socialismo no pueden ocultar estas ventajas. Pese a las dificultades que provocó el derrocamiento del socialismo en la Unión Soviética, el bloqueo económico de los EE.UU. y las consecuencias que genera esta situación, se garantiza el derecho al trabajo para todos que tienen capacidad de trabajar y el desempleo llega sólo al 1,8% y en general se trata de personas que no quieren trabajar porque tienen otro tipo de ingreso (p.ej. remesas del extranjero).

Por tanto, ningún trabajador consciente no debe arrastrarse por el intento ideológico imperialista multiforme del enemigo de clase y hay que recordar que “genio y figura hasta la sepultura”.

En la base de nuestras evaluaciones sobre el socialismo

Al mismo tiempo tenemos la obligación (como nos ha enseñado el derrocamiento del socialismo en la URSS) de estudiar los acontecimientos, formar nuestra opinión acerca de ellos, y expresar nuestras preocupaciones y reflexiones productivas cuando sea necesario.

Sin duda, todavía es pronto tomar una posición general sobre las medidas aplicadas o que se van a aplicar en Cuba. Nosotros sabemos, de la experiencia de las reformas en la URSS en la década de los ´60 con medidas relevantes en la economía agrícola, que en realidad trajeron un aumento temporal en la producción agrícola. A continuación condujeron a una mayor escasez de productos, α la creación de un producto social que no estaba bajo el control del estado socialista, sino de las cooperativas y de los individuos. Esta situación en el sector agrícola y los incentivos financieros que se dieron a los trabajadores en la industria llevaron al aumento de la diferenciación social y, en última instancia, a la creación del “capital sombra”.

El KKE, con la Resolución de su 18º Congreso, ha rechazado la vía de incentivos financieros. Sin embargo, consideramos que deben existir incentivos para el desarrollo de la postura comunista de vanguardia ante la organización y la ejecución del trabajo, para el incremento general de la eficiencia de la colectiva en la unidad de producción o en el servicio social. Sin embargo, estos incentivos tendrán como objetivo reducir los trabajos no cualificados y manuales, reducir el tiempo de trabajo, junto con el acceso a programas educativos, actividades de recreo, culturales, con la participación en el control obrero.

Hoy en día, especialmente en América Latina, se desarrollan puntos de vista oportunistas sobre el “socialismo del siglo XXI” según el cual, supuestamente, no es importante quien posee los medios de producción, ni tampoco es necesaria la planificación central de la economía. Los comunistas deben “cerrar los oídos” a tales puntos de vista equivocados que violan los principios de la construcción socialista y confrontarlos abiertamente.

Además, es importante que los comunistas no teoricen las posibles concesiones y retrocesos. Lenin había hecho concesiones por ejemplo con la “Nueva Política Económica” (NEP), que fue necesaria a causa de la destrucción de fuerzas productivas tras la I Guerra Mundial y la guerra civil que siguió. No obstante, Lenin nunca presentó la NEP como “ideal”, ni la bautizó “economía socialista de mercado”, como hace hoy en día el liderazgo de China para cubrir el dominio de las relaciones capitalistas de producción en el país que han traído graves consecuencias para los trabajadores.

Por supuesto, un país socialista como Cuba se aprovechará, en una base mutua, de las relaciones económicas con las economías capitalistas en la región como Venezuela, Brasil y otros países de América Latina. Además, aprovechará de las contradicciones y los conflictos entre potencias capitalistas, entre diferentes coaliciones y procesos de integración capitalista en la región. Esta táctica puede y ha servido el poder socialista; esto no significa que las coaliciones que se forman en la base de las relaciones capitalistas de producción pueden ser una opción estratégica de salida para el socialismo o para los pueblos que están luchando.

Los comunistas en todo el mundo tienen la esperanza que el Partido Comunista de Cuba será capaz de mantener su preparación revolucionaria y su relación profunda con la clase obrera para aislar aquellas fuerzas que intentarán derrocar el socialismo, que objetivamente surgen bajo la presión del bloqueo económico y con el apoyo bien pagado de la agresión imperialista. Sobre esta base los comunistas pueden sacar conclusiones necesarias a tiempo, pueden ajustar su política ya que es evidente que varias medidas que se aplican obligatoriamente tienen también aspectos y consecuencias negativas, socavan la fuerza del partido y de las masas trabajadoras. No es casualidad que el Partido Comunista de Cuba y el poder revolucionario consideran que una serie de medidas son de carácter temporal y tan pronto como lo permitan las circunstancias deben ser eliminadas (por ejemplo, la doble moneda).

El KKE seguirá siendo solidario con la lucha del pueblo y con el Partido Comunista de Cuba. Y esta nuestra solidaridad no se expresa sólo a través de las brigadas de trabajo, las manifestaciones, las actividades internacionales, el desarrollo de la lucha antiimperialista, la lucha por el socialismo. Se expresa además con nuestra preocupación, vigilancia, con nuestras observaciones críticas, con el estudio del socialismo que hemos conocido y con la defensa de las conclusiones que sacamos a nuestro XVIII Congreso acerca de nuestra percepción sobre el socialismo. Y este segundo aspecto de nuestra solidaridad es tan importante como el primero para la lucha mundial de la clase obrera. No es para celebrar, como han hecho el diario “Ta Nea” y el socialdemócrata, ex ministro del PASOK N. Christodoulakis que recientemente “han deseado” “¡Buenas noches, Fidel!”, que básicamente querían decir “buenas noches” a la revolución cubana, cuya contribución a las luchas de los trabajadores y a los pueblos en América Latina, a los pueblos del mundo ha sido valiosa.

¡Que no tengan prisa! Los pueblos tienen inagotables fuerzas y el pueblo cubano lo ha demostrado!