PCM. IV Congreso. 30 de enero de 2011.

La mesa quiere rendir a este Congreso un informe sobre el estado que guarda la discusión sobre nuestras Tesis. Se trata de un corte de caja habida la sesión del día de ayer. Ojo: no se trata de una relatoría, (que esa la tendremos después) sino de un balance general.

A los invitados se les puede escapar un poco la cuestión, pero como se podrán dar cuenta con claridad todos los militantes del Partido, en el tema que nos ocupa la presente sesión es la estación final de todo un proceso desarrollado a lo largo de estos días. Venimos a este Congreso, por tanto, a cerrar la tarea, a afinar detalles, a darle las últimas pinceladas a un trabajo que inició con la discusión en las células y que involucró también otras instancias partidarias. Se trató de un proceso que recorrió nuestras filas de abajo hacia arriba. La sesión de ayer no era el inicio de la discusión sino más bien una oportunidad última para dar nuestra opinión al respecto, pensando sobre todo en el formato de ponencia sobre temas en los que veníamos viendo como necesario que la opinión de los militantes se expresara de una manera más decantada.


La comisión que presentó la propuesta inicial de redacción y ha trabajado para levantar e incluir los comentarios hasta ahora vertidos, quiere mantener la siguiente opinión ya expresada pero que, pensamos, no se modifica con la discusión de ayer:

El resultado que salta a la vista de manera inmediata es la ausencia de discrepancias significativas alrededor de los puntos fundamentales de nuestra visión política: sobre la naturaleza del imperialismo, el sentido reciente del desarrollo capitalista en México, la experiencia de construcción del socialismo en la URSS, la naturaleza de las contradicciones sociales en el tiempo que nos tocó vivir, etc. La coincidencia esencial sobre estos temas nos habla de una fuerte unidad ideológica y política al interior de nuestra organización: podemos decir que existe un piso común fundamental que nos permite relanzar nuestro trabajo en la dirección planteada por estos documentos.

En estos días hemos levantado innumerables comentarios, observaciones, peticiones de aclaración, de modificación o de ampliación. Consideramos que, en la medida de nuestras capacidades técnicas todas pueden ser incluidas porque ninguna contraviene el espíritu general de nuestras Tesis. Nadie ha propuesto algo que camine en una dirección contraria o contravenga la naturaleza de lo expresado en el documento. Por ejemplo, nadie ha presentado una caracterización alternativa sobre el México de nuestros días que contravenga la tesis de que se trata de un país de capitalismo pleno. A eso es a lo que nos referimos cuando hablamos de “ausencia de discrepancias significativas alrededor de los puntos fundamentales de nuestra visión política”.

Ayer también decíamos que hay, por supuesto, una serie de observaciones hecha a los textos en cuestión, que podemos agrupar de la siguiente manera:

1. Las que se derivan de la necesidad de reformular algunas partes del texto para eliminar redacciones equívocas, que se prestan a ambigüedades o a interpretaciones que no se corresponden con el sentido de lo que en realidad se deseó expresar. La lectura cuidadosa hecha por nuestra militancia permite tener un texto más acabado en este aspecto, con la finalidad de obtener instrumentos de mayor precisión científica y política.

2. Las observaciones que nos hablan de la necesidad de ampliar las explicaciones sobre aspectos de la realidad que aparecen apenas mencionados. Nuestra militancia pide ampliaciones o adiciones que les permitan comprender de mejor manera los documentos y tener mayores elementos para su difusión y defensa.

Insistimos que, en la medida de nuestras capacidades técnicas, tomaremos en cuenta todas estas observaciones para obtener la versión definitiva de las Tesis.

Por otra parte, hay un tercer grupo de observaciones que tendrán que esperar un poco más para ser solventadas, a la espera de investigaciones puntuales que nos permitan dar una opinión definitiva sobre los temas involucrados. Por ejemplo, la discusión planteada alrededor de la dispersión/concentración de la clase obrera mexicana en las últimas décadas. Si somos consecuentemente marxistas, lo único que podemos hacer en este momento es un llamado a nuestra militancia para que destine esfuerzos orientados a presentar elementos fuertes de prueba al respecto. En este y otros temas no bastará la mera opinión o la simple constatación de sentido común. Por eso no debemos cerrar la discusión al respecto. Por lo demás, ha sido enriquecedora la polémica porque ha evitado que nuestra mirada sea unilateral en cuanto a estos procesos que forman parte del desarrollo del capitalismo. Las observaciones han llamado la atención para captar el carácter contradictorio de la conformación estructural de la clase obrera mexicana, que presenta tendencias a la dispersión y a la concentración. Pero se trata de definir, en un segundo momento cuál es la tendencia principal.

La comisión que presentó el proyecto de Tesis en ningún momento tuvo la intención de cerrar la discusión despachando temas tan relevantes como la situación de la clase obrera mexicana en 3 o 4 líneas, como ayer alguien manifestó con legítima inquietud. En éste y otros temas, la intención era, más bien, presentar los resultados a los que de una u otra manera hemos llegado a fin de ser sopesados por todos lo militantes del Partido, como finalmente ocurrió. En fin: en este y otros temas es imperativo continuar afinando nuestra mirada con la polémica revolucionaria y la utilización del marxismo como guía para la investigación.

Además del tema mencionado, queremos rescatar de las intervenciones de ayer las siguientes observaciones:

1. Es necesario presentar una caracterización más profunda o más precisa de las fuerzas políticas en México. Específicamente se pide que se corrija la caracterización de algunos partidos políticos para ubicarlos como oportunistas más que socialdemócratas.

2. Se opina que hay que trabajar mucho en el tema de las clases sociales para que nos hagamos de un buen cuadro de ellas y sepamos dónde ubicar a cada quién en la sociedad mexicana. En este mismo sentido, se han presentado dudas sobre la naturaleza del campesinado como clase social.

3. También, se ha hecho la valiosa observación, que podemos poner como ejemplar, de que los comunistas debemos estar a la vanguardia de la discusión sobre el tema de las contradicciones ecológicas que conlleva el desarrollo del capitalismo. Y no sólo en este tema sino en varios más, los comunistas debemos desarrollar una mirada que esté a la vanguardia. Incluso, nos atrevemos a decir que los comunistas debemos tener una opinión de avanzada en todos los temas que constituyen los problemas fundamentales del tiempo que nos tocó vivir.

Como pueden ver, no se trata de un recuento exhaustivo, sino de poner sólo algunos ejemplos destacados. Confíen en que la relatoría nos proporcionará la totalidad de las observaciones vertidas ayer

Además de la relatoría, contamos con las ponencias que se presentaron por escrito. Ese será el material con el que seguiremos trabajando en la tarea de dotar al Partido de esa valiosa herramienta del trabajo político que son las Tesis. Por supuesto que no vamos a incluir las ponencias tal cual en el cuerpo de las Tesis: las vamos a utilizar como materia prima para mejorar el documento. Por lo demás, serán incluidas como anexos de este Congreso de manera que puedan ser consultados en cualquier momento.

Por ahora, sólo deseamos llamar la atención sobre un rasgo de nuestras Tesis que una mirada apresurada puede pasar por alto. Nuestras Tesis y las discusiones alrededor de ellas son un producto, un resultado: son el informe final de un largo proceso de decantación de nuestras posiciones. No se trata de ocurrencias de última hora o de un conjunto de citas simplemente extraídas de libros, como alguien tuvo la puntada de recriminarnos ayer. Nuestras tesis son el producto de varios años de investigación realizada por el esfuerzo personal o colectivo de nuestros militantes; son el resultado de los conocimientos acumulados por militantes nuestros con una larga experiencia de lucha en las filas de la clase trabajadora; son el fruto maduro recogido por militantes nuestros en la lucha contra el oportunismo y el revisionismo de todo tipo; son también el resultado de la experiencia de lucha de una juventud, mayoritariamente trabajadora, que ha hechos sus primeras armas en algunos de los combates más significativos de los últimos años, en una época de evidente aceleración del tiempo histórico y de rápida acumulación de experiencias políticas. Nuestras Tesis son también fruto del arduo trabajo teórico y político realizado por nuestros Partidos comunistas hermanos, que sortearon el vendaval contrarrevolucionario y persistieron cuando muchos tiraron la toalla con cualquier excusa ante las primeras adversidades y que hoy nos prestan una ayuda invaluable con una generosidad a toda prueba.

Lamentamos defraudar a quienes piensan que el combate contra nuestras posiciones será fácil. Es cierto que somos una organización joven y mayoritariamente de jóvenes. Eso no nos excusará de los errores que cometamos, pero tampoco podemos permitir que sea el argumento fácil para descalificarnos. Somos una organización joven y de jóvenes, pero no somos una organización sin experiencia a la que impunemente se puedan dar “consejos” para que atempere sus ánimos de lucha. Somos el resumen histórico de un largo proceso y venimos con un hambre inconmensurable de futuro. Nuestra militancia debe estar segura que tendrá en sus manos un buen instrumento de lucha, forjado al calor de un buen fuego y que no se romperá ante los embates que suframos.

Precisamente, como parte de los resultados que nos arroja nuestra experiencia histórica de lucha, específicamente en el frente ideológico, podemos decir que uno de los errores cometidos por miembros de las generaciones anteriores, que terminaron rindiendo la plaza, es de una naturaleza contraria a lo que generalmente se piensa. Comúnmente se piensa que el mayor error cometido por las generaciones anteriores de comunistas fue su ortodoxia, su celo doctrinario, su autosuficiencia, su apego irrestricto a los principios generales y las ideas esenciales del marxismo, que pretendidamente impedían observar con nitidez la realidad y obstaculizaban la captación del carácter complejo de esta realidad. Se ha repetido machaconamente que la camisa de fuerza de estos principios generales o ideas esenciales, por su pretendida simpleza, rusticidad o reduccionismo, no permitía comprender “la plenitud de la vida en movimiento”.

Con esta premisa, generaciones enteras terminaron rindiendo culto al sentido común, que es precisamente el que hay que destruir para comenzar el proceso propiamente científico de acuerdo con el método marxista. Porque precisamente se trata de salir de la representación caótica de la realidad que nos presenta la ciencia burguesa vestida de los ropajes elegantes de la “complejidad” y que en realidad no trascienden el nivel de lo que Marx llamaba la “fe del carbonero”. En este nivel, al que involucionaron algunos antiguos comunistas, todo tiene que ver con todo, existen tendencias y contra-tendencias sin orden ni concierto, para no ser deterministas se termina diciendo que la realidad es por naturaleza indeterminada y nada seguro podemos decir sobre ella, para eludir la formulación de leyes generales se exalta el azar y la contingencia. Y se termina con una maraña de argumentos y contra-argumentos cuyo único resultado es una mayor confusión.

Todo esto presentado como avance, en realidad es un grave retroceso. En realidad, el camino propiamente científico comienza con la necesidad de salir de este nivel para captar las tendencias principales de la realidad, para captar la esencia o fundamento de las cosas, que es eso lo que está contenido en nuestros principios generales y nuestras ideas esenciales. Captar la tendencia principal de los procesos y, una vez hecho esto, asirnos con fuerza, no soltar este hilo conductor.

Por todo esto hay que hacer notar que el error fundamental cometido por los ex-marxistas, o por los marxistas vergonzantes, es haber soltado el hilo conductor de nuestros principios generales y las ideas esenciales para perderse sin ellos en el mar del sentido común de la burguesía. Sin estos principios generales e ideas esenciales se quedaron sin brújula. El error fue, como siempre sucede en estos casos, no haber entendido lo básico contemplado en estos principios fundamentales de la política marxista y pensar que eran de suyo evidente, fáciles de digerir, demasiado elementales o rústicos para ser tomado en serio.

Decimos todo esto para llamar a la militancia a la tarea de captar la esencia de nuestras Tesis y asirnos con fuerza a estos hilos conductores, evitando perdernos en el frondoso bosque de la discusión que hemos desarrollado en estos días. Esta será una tarea para todos nosotros: seguir estudiando las Tesis, comprendiendo claramente el corazón o el núcleo de ellas, que es el que nos interesa dejar bien asentado y difundir ampliamente. Este núcleo, esencia o corazón, no sólo es lo más importante del documento: también es nuestra diferencia específica con respecto a otras posiciones políticas de izquierda o incluso con respecto a otras posiciones marxistas y comunistas. Es la raya que delimita nuestra posición.

En general, de manera rápida, podemos decir que dicho núcleo está conformado por las siguientes proposiciones:

1. México es un país de capitalismo pleno, de relaciones típicamente burguesas.

2. La contradicción principal en el México de nuestros días es entre burguesía y proletariado.

3. No hay espacio ni sustentos en la realidad para una alianza del proletariado con ningún sector de la burguesía pretendidamente nacionalista. La confrontación es proletariado contra burguesía y no proletariado más burguesía nacionalista contra “enemigo externo”.

4. La palabra de orden es la revolución socialista. Revolución socialista para hoy no para un futuro indeterminado, en un aplazamiento al que siempre se le van colocando más y más etapas intermedias en un “todavía no es tiempo” que ha sido la coartada perfecta para rendir nuestras armas frente al enemigo.

Todo esto se dice fácil y rápido, pero es el producto de un arduo y largo trabajo de decantación política e ideológica. Hay que tener presente y comprender, a la par de los resultados, todo el proceso que los ha originado. Poseer únicamente los resultados no nos permitirá defender nuestras posiciones ni difundir con eficacia nuestros puntos de vista.

Este núcleo o esencia es el que pensamos que se mantiene a pesar de la ardua polémica desarrollada en el Partido durante estos días y que nos permite decir que el espíritu general de las Tesis se mantiene.

Y a menos que alguien sugiera lo contrario, la mesa propone poner a consideración de este Congreso la aprobación en lo general de las Tesis en cuestión y el voto de confianza para que la comisión correspondiente incorpore las observaciones de última hora.